Diablo III: Reaper of Souls PC

Debo confesar que dediqué muchas horas a mis personajes de Diablo III, jugué en casi todas las etapas del desarrollo posterior al lanzamiento, así que cubrí gran parte del contenido que Diablo tenía para mí. En un momento, quedé estancado en una meseta y mis personajes no tuvieron forma de progresar; tuve que dejar de jugar porque no había más contenido y lo peor de todo: no había incentivos para continuar. Esto es lo que, tristemente, ocurre en Diablo III.

Con Reaper of Souls, además de presentar una historia que continúa los sucesos de la entrega anterior, el equipo de Blizzard pretende corregir algunos problemas que aquejan la experiencia principal de Diablo III.

Al iniciar la Beta de RoS lo primero que llamó mi atención fue el nuevo Paragon 2.0; recordemos que este sistema originalmente servía para incrementar atributos y magic find de nuestro personaje con montos preestablecidos. Ahora, Paragon 2.0 permitirá asignar puntos en 4 categorías diferentes para modificar atributos como fuerza, destreza, velocidad de movimiento y velocidad de ataque, por mencionar algunos. No hay un límite en el nivel de Paragon, pues las tablas de experiencia compartidas por Blizzard muestran, incluso, nivel 2000.

La siguiente diferencia que detecté es que mi personaje no se comportaba como antes porque algunas habilidades fueron balanceadas y otras, eliminadas por completo. La razón de esto es debatible, pero después de ver cómo funciona un Wizard con Critical Mass, se entiende que las modificaciones sirven para balancear el juego y evitar combinaciones de habilidades que suprimen el reto en la cacería de monstruos. Eso significa que deberás regresar a la mesa de diseño, porque el build que te hizo millonario en Diablo III, podría no funcionar en Reaper of Souls. Yo lo aprendí de la manera difícil: mi Wizard con Wicked Wind y Critical Mass quedó inservible y no pudo eliminar un mísero grupo de enemigos; por otra parte, mi Barbarian también sufrió cambios en su kit de habilidades, pero por fortuna, estos no fueron tan drásticos y la build de Diablo III funcionó con pocas modificaciones.

Este incremento en la dificultad me llevó a percatarme de la estrategia de Blizzard con cada expansión de Wolrd of Warcraft: ¡te prepara para la explosión de atributos! Había items con más de 500 puntos de vitalidad, armas con 2000 puntos en DPS y personajes con 10,000 puntos en atributo principal. Los números pueden aturdir, como ocurrió cuando observé un golpe crítico de 93 millones de daño por parte de mi Barbarian.

Reaper of Souls abandonó la práctica de tener 3 dificultades con modificadores (Normal, Nighmare, Hell e Infierno y los monster levels); ahora estarán incorporadas en 5 niveles y comenzará en Normal, seguirán Hard, Expert, Master y Torment. Aumentar cada una te bonifica oro, puntos de experiencia extra y en general, cualquier tipo de recompensa incrementará su valor, especialmente Torment, que tendrá un bono de 250% en drop de legendarios.

Otro de los cambios sutiles está en el pueblo de Westmarch, donde regresan los mercaderes que te acompañaron en la aventura principal, y una vez más, van contigo en contra del ángel de la muerte, Malthael. Específicamente Mystic, tiene un rol parecido al del Blacksmith y Jeweler; este nuevo NPC será quien gestione la Transmogrificación de sus ítems, lo que significa que será la encargada de cambiar la apariencia de la armadura de tu personaje. Este elemento agrega variedad al limitado sistema de tintes previo, pero a final de cuentas, la función es simplemente cosmética. Otra habilidad de Mystic es encantar tus ítems; dentro de la opción en Enchanting, podrás elegir un atributo para mejorarlo a cambio de una cantidad específica de oro. Ahora, para evitar llegar a un ítem perfecto y desbalanceado, la restricción es elegir sólo un atributo, que será el que cambie en el futuro.

Para finalizar, llegamos a la característica que muchos fanáticos de Diablo esperan con ansias: el Adventure Mode. Esta permitirá jugar en todas las regiones de Diablo III y Reaper of Souls completando Bounties. Su funcionamiento es sencillo: desde el inicio puedes viajar a todas las regiones y derrotar al monstruo único del lugar para recibir un bono de experiencia y Demon Shards. Ahora, si completas 5 Bounties preestablecidos en un acto, obtienes un contenedor con ítems legendarios, materiales para craft, gemas y un cristal especial. En este modo de juego hay un nuevo NPC que tomará los Demon Shards que consigas en los Bounties a cambio de un ítem misterioso. El nuevo sistema está inspirado en Gamble, que vio la luz en Diablo II y te permitía cambiar oro por ítems de dudosa naturaleza, de ahí su nombre.

Completar Bounties y reclamar los secretos de los contenedores será la nueva forma de farmear, pero la acción no termina ahí, los Nephalem Rifts son la mitad del reto del Adventure Mode. Estas instancias son completamente aleatorias y podrás combatir cualquier combinación disponible de monstruos, sin mencionar que los jefes serán los más poderosos. Piensa en el Nephalem Rift como el renacimiento del nivel secreto de las vacas en Diablo II, obviamente, sin vacas.

Después de probar las bondades de la Beta de Reaper of Souls quedé completamente satisfecho y estoy ansioso de poner las manos encima de la entrega final. Está claro que Blizzard quiere enmendar los problemas de la versión original con variedad e incentivos para matar monstruos una y otra vez hasta que consigas todos ítems legendarios de tu personaje.