Pro Evolution Soccer 2010 PC

Desde hace algún tiempo, la batalla entre los dos gigantes
de los juegos de fútbol se ha estado inclinando a favor de FIFA, que ha mostrado cambios a lo largo de los últimos años. Por otro lado, tenemos Pro Evolution
Soccer, que si bien ha logrado obtener la Champions League, se ha quedado un
poco corto en otros aspectos del juego, como la apariencia de los jugadores y
la implementación de ideas nuevas; sin embargo, parece que la historia de Pro Evo está muy cerca de quitarse la
marca y regresar a la cancha para demostrar que sólo necesitaba algunos ajustes
técnicos.

Cuando vemos un poco del próximo Pro Evolution Soccer 10,
lo primero que salta a la vista son las gráficas; el juego ha sido remodelado
completamente, con jugadores que realmente tienen parecido a sus
contrapartes reales. Algo que en lo personal me impresionó fue el cambio de las
texturas y colores de la piel, los jugadores dejaron de ser
caricaturescos para convertirse en las estrellas que puedes ver en partidos de
nivel mundial.

Pero las mejoras gráficas no sólo se aplican a los futbolistas, el estadio, el pasto, el balón e incluso los espectadores han sido
mejorados en gran medida; antes, el público no era más que una gran mancha estática, pero en PES 10 esto es diferente, los espectadores se remodelaron desde
cero para dejar de ser las borrosas figuras que parecían estar hechas de cartón, se abrió paso
a verdaderos fanáticos que portan los colores de su equipo preferido y sienten
la emoción de cada jugada al ponerse de pie, cuando la acción les impide
esperar pacientemente.

Suficiente de las gráficas, seguramente ya entendiste que
son mucho mejores; ahora te hablaré un poco acerca de las mejoras que se realizaron a la inteligencia artificial. Con la nueva versión, los
jugadores tardan menos tiempo en reaccionar a las situaciones, lo que te
obligará a ser mucho más rápido al planear tus jugadas y encontrar un compañero
desmarcado que pueda recibir el balón sin demasiados problemas, o en el caso de
los porteros, desviar los tiros en dirección de sus compañeros y no en la del
goleador del equipo contrario.