Battleborn PC

Tuve oportunidad de probar Battleborn, el nuevo título de Gearbox, en el centro de convenciones de Los Ángeles en el marco de E3. Después de la pifia que fue Alien: Colonial Marines, me preguntaba cómo se comportaría esta nueva propiedad intelectual y si el estudio sería capaz de presentar la magia que caracteriza a la saga Borderlands.

En esta entrega, el universo se ha quedado sin estrellas, sólo queda una y todas las civilizaciones están batallando por ese último espacio de bienes raíces en el universo. Con esta premisa comienza la campaña de un solo jugador, la cual puede jugarse en modo cooperativo hasta de 5 jugadores, y tu misión como Battleborn, es detener a un enemigo genérico tiránico que quiere dominar el lugar. Al iniciar la partida puedes elegir 1 de los 25 personajes disponibles… sí, 25… para participar en la carnicería. Hay diferentes roles: soporte, tanque, daño y prácticamente todo lo necesario para jugar un MOBA, pero esto no es un MOBA… ¿o sí?

Es fácil deducir que Gearbox tenía pensado desarrollar Battleborn como exponente de este género, pero en primera persona, y en algún momento decidieron que era mejor tener un gatillero con inspiración en los MOBA y elementos de RPG y RTS, todo mezclado en un cocktail de referencias a caricaturas de los 80 y humor tipo Borderlands. Es decir, el estudio jugó a la segura. Teóricamente, Battleborn tendrá un modo multijugador hasta de 10 personas, divididas en 2 equipos y mapas diferentes, lo que refuerza la teoría de que el título fue concebido como uno de arena.

En el evento sólo estaba disponible la primera misión de la campaña y debo decir que los controles se sienten sumamente bien. Cada personaje de los disponibles se siente único: desde el vikingo que utiliza el melee como característica personal hasta una maga con 4 brazos que dispara hechizos. Los personajes cuentan con 2 habilidades normales, pero al subir de nivel en la misión desbloqueas una definitiva y una pasiva ―ésta depende claramente de tu clase, como el caso de ignorar daño si eres un tanque, por ejemplo―; cada habilidad está mapeada a un botón del mando. El árbol de talentos o hélix, como es conocido dentro de la mitología del juego, te permite elegir el tipo de power ups conforme ganas experiencia, justo como en un MOBA.

Debo decir que lo anterior me hace dudar de si en cada misión empezaremos en nivel bajo y al terminarla estaremos en 10 o si habrá un sistema de RPG y podremos llegar a nivel 99 ―por ejemplo― dentro de la campaña.

En Battleborn la acción es frenética, los controles impecables y la experiencia es como el matrimonio entre TeamFortress 2, la estética de Wildstar, Borderlands 2 y Smite. Tendremos que esperar a ver más opciones del juego para emitir un juicio más preciso, porque en este momento el título parece un adolescente sin personalidad que tiene la opción de ser el mejor en lo que elija, pero que sufre una crisis de identidad.