Finalmente concluyó el pleito legal entre Marty O'Donnell, compositor de la música de Halo y Destiny, y el estudio donde laboraba, Bungie. Un juez designado por un tribunal dictaminó esta semana que Bungie violó el contrato de O'Donnell al despedirlo sin causa y obligarlo a renunciar a sus acciones dentro de la compañía y al plan de reparto de utilidades.
"Estoy feliz de que esto termine y estoy listo para seguir adelante", comentó O'Donnell. El compositor obtendrá, al menos, $142,500 USD del primer pago de participación de ganancias. Además, un acuerdo previo entre Bungie y el presidente de la compañía, Harold Ryan, otorgará a O'Donnell $95,000 USD por trabajo no remunerado, vacaciones y honorarios. Por si fuera poco, O'Donnell también tiene derecho a recuperar 192,187.5 acciones de Bungie, de las cuales se desconoce el valor, pero se estima que están altamente cotizadas.
Fue durante 2014 cuando el compositor presentó la primera demanda legal al respecto, argumentando que Ryan había negado el pago de vacaciones no utilizadas, tiempo libre y demás beneficios; todas éstas, prestaciones de Bungie que no fueron retribuidas a O'Donnell. Tiempo después, Ryan y Bungie respondieron que el compositor no contaba "con el derecho de recibir la ayuda solicitada o cualquier otra asistencia en lo absoluto".
Sin embargo, los papeles de la corte ahora ponen más claros los acontecimientos ocurridos en 2014 entre O'Donnell y Bungie. La música creada por O'Donnell y Paul McCartney fue reemplazada por un tema hecho por Activision para el trailer de Destiny en su demostración en E3 2013, de acuerdo con la demanda. Esto, evidentemente, no hizo feliz al compositor. Aunque inicialmente Bungie estaba del lado de O'Donnell en este conflicto, Activision tomo la situación por su cuenta e hizo caso omiso. Así pues, según los documentos de la corte, los problemas entre O'Donnell y Bungie comenzaron a crecer en este punto.
O'Donnell fue acusado de insubordinación a raíz del intercambio de la música para el trailer de Destiny en E3 2013. Pero el compositor, según los documentos, estaba luchando contra el efecto que Activision estaba teniendo en la cultura de Bungie. Según O'Donnell, estaba tratando de preservar el espíritu de Bungie, frente a "la usurpación de Activision en las decisiones artísticas". Fue esto lo que ocasionó que O'Donnell saliera del estudio y comenzara el problema en los juzgados. Si deseas leer el caso completo, puedes acceder a este enlace.
A raíz de todo esto, O'Donnell comenzó una nueva compañía de desarrollo de videojuegos en 2015 con el nombre de Highwire Games. La empresa está conformada por otros exdesarrolladores de Bungie y del estudio Airtight Games, responsable de Murdered: Soul Suspect.
Comentarios
Mejores
Nuevos