Un estudio liderado por investigadores de la Universidad del estado de Iowa demostró que los videojuegos, junto con otro tipo de medios, representa una influencia positiva en el comportamiento sin importar la cultura del jugador. El trabajo consistió en efectuar pruebas a adolescentes y adultos jóvenes de 7 países (Australia, China, Croacia, Alemania, Japón, Rumania y Estados Unidos) sobre sus niveles de empatía.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que una mayor exposición a los llamados Medios prosociales, que abarcan videojuegos, películas o programas de televisión que exhiben conductas de cooperación, es equivalente a niveles más elevados de conducta prosocial.
Por otro lado, Sara Prot, una investigadora del estudio, señaló que su objetivo era examinar los resultados de una muestra internacional para medir los efectos en distintas culturas. Si bien estos fueron generalizados en una mayor empatía social, los sujetos expresaban pequeñas diferencias respecto a otros grupos culturales, lo que sugiere que las normas de cada país afectan nuestra forma de mostrar empatía.
Sin embargo, esto no implica que los videojuegos violentos no tengan un impacto negativo en niños y adolescentes. El estudio también midió su uso en 3000 sujetos de escuelas de Singapur durante 2 años. Los datos, recolectados en 3 distintas ocasiones durante el desarrollo de los niños, arrojaron que quienes jugaban títulos violentos eran menos propensos a mostrar empatía y ser solidarios, mientras que los que jugaban juegos prosociales eran más empáticos.
Quienes participaron en el estudio debieron nombrar sus 3 juegos favoritos, cuánto tiempo jugaban y la cantidad de contenido violento y prosocial que tenían. Los resultados muestran que los medios son una influencia poderosa en los niños cuando éstos se encuentran desarrollando y aprendiendo las normas sociales. Por lo anterior, es importante que los padres acompañen a sus hijos en estas actividades y no utilicen los videojuegos como si fueran niñeras virtuales, pues, según indica el estudio, muchas veces hay conductas prosociales situadas en un contexto violento. Por ejemplo, cuando un personaje salva a otro en medio de una guerra.
Los investigadores señalaron que los padres deben comprender que el mismo juego puede tener contenido valioso, pero también puede ser principalmente violento y tener un efecto negativo en los jugadores. La guía paterna es fundamental en cualquier caso para asegurar un efecto positivo en los jugadores en formación.
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