De acuerdo con numerosos reportes, a partir de que se hizo la actualización de interfaz para el Xbox 360, la reproducción de videos en la consola demuestra ciertas anomalías, principalmente en lo que atañe a la paleta de colores. En otras palabras, el contraste está diluido, ocasionando que las imágenes luzcan grisáceas.
Aunque parece un detalle insignificante, tiene implicaciones mayúsculas, pues la compresión de los videos se torna más notoria, es decir que se pueden apreciar con facilidad los bloques o pixeles reventados, mejor conocidos como artefactos y, en última instancia, la calidad sufre gravemente.
Lo peor del asunto es que dicho problema fue detectado durante el periodo de prueba; sin embargo, Microsoft no lo resolvió. ¡Gracias por la retroalimentación! Aunque no podremos incorporar [las correcciones] en el lanzamiento, las tomaremos en cuenta para el futuro. Gracias por usar la nueva actualización de Xbox y por favor, sigan dejando sus comentarios, citó la postura oficial en aquel momento, al tiempo que todo el historial de comentarios al respecto era borrado.
La anomalía aplica, tanto en consolas conectadas via HDMI, como via componente y, por el momento, no existe solución que no implique meter mano a los ajustes de la pantalla, lo que a su vez desbalancearía la forma como se ven los juegos.
Considerando que, a lo largo de su historia, el Xbox 360 ha experimentado decenas de actualizaciones con ajustes, estamos casi seguros de que el asunto será solucionado en cuestión de semanas. Pero para un sistema que se jacta de ser multimedia, esto sí que es delicado y todavía más si consideramos que Microsoft sabía de ello de antemano.
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