La presente generación de consolas es ya la más longeva en la historia de los videojuegos pero numerosas voces alrededor de la industria han descartado que las principales compañías productoras estén interesadas en lanzar nuevas plataformas en el futuro inmediato.
Para buena parte de los jugadores, esto es bueno, pues permite agotar el potencial de sus sistemas o incluso adquirir más de uno; sin embargo, para Robin Kaminsky, urge el arribo de la octava generación.
Si bien es cierto que su nombre no es tan conocido como el de un Cliff Bleszinski o Hideo Kojima, Kaminsky tiene muchísima experiencia en el medio. Fue Vicepresidenta Ejecutiva de Distribución y Directora General de Negocios de Activision entre 2005 y 2008, y ha fungido como consultora de compañías tan importantes como Take-Two y THQ, dicho lo anterior, su perspectiva de la industria es muy amplia y va más allá del desarrollo.
Como parte de una extensa e interesante columna publicada en el sitio Industry Gamers, la estratega sostiene terminantemente que el sedentarismo de esta generación está generando una preocupante caída en las ventas físicas, así como una fuerte demanda por nuevas experiencias de juego, favorecidas por el auge de mercados emergentes como el de los dispositivos portátiles.
Este ciclo más largo ya está resultando en menos ventas, al tiempo que los consumidores satisfacen su necesidad por nuevas e innovadoras formas de contenido interactivo en nuevas plataformas, como smartphones y tablets, en Facebook, donde ya ocupan su tiempo, y con nuevos modelos gratuitos que motivan a la gente a participar, advirtió.
Para que los juegos tradicionales crezcan, pienso que una nueva generación de consolas es necesaria, consolas con innovación real y la consecuente generación de nuevas propiedades así como jugabilidad innovadora. Idealmente, estas consolas traerán consigo un parteaguas en la forma cómo se juegan los títulos y la experiencia entregada. No sólo puede tratarse de juegos más grandes y complejos o con mejores gráficas.
Ejecutivos como Peter Moore comparten la idea de mayor innovación, pero otros miembros de la industria se han mostrado conformes con una generación más larga, pues permite llevar las consolas al máximo y evitar las pérdidas económicas asociadas con el primer año de lanzamiento de una nueva plataforma.
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