En esta
época de crisis hemos sido testigos de la desaparición de diversos estudios de
desarrollo, grandes titanes que nunca volverán a ver la luz del día. Otras
empresas un poco más afortunadas, lograron hacer que otras compañías se
interesaran en ellas y adquirieran parte o la totalidad de sus acciones,
lo que les permitió mantenerse a flote y continuar el desarrollo de sus propiedades
intelectuales. Eidos es una de las que se encuentran en este supuesto.
La historia
de esta fructífera compañía comenzó en Inglaterra; aunque en sus inicios fue
fundada como creadora de tecnología para compresión y edición de
video, para 1990 Eidos estaba lista para dar el salto hacia el mundo del
desarrollo de videojuegos. Más o menos por esa época adquirió al
desarrollador US Gold, quien había sido uno de los grandes nombres durante la
era de los 8 bits; sin embargo, las cosas no fueron bien y decidió terminar
con él, aunque a uno de sus estudios de desarrollo, Core Design, se le
permitió continuar trabajando en un título que sería lanzado con el nombre de Tomb Raider. Esta franquicia sería la
encargada de catapultar al desarrollador a las alturas.
Nadie
parecía estar listo para la explosión de popularidad que siguió a la salida del
juego y su protagonista. Lara Croft, estaba por todos lados, desde
publicidad para otros productos, hasta anuncios y revistas; y lo más importante,
la gente la amaba. Lara aparentaba ser una especie de amuleto protector para
Eidos al mantenerlo a flote, sin importar cuántos errores cometiera; ese fue
el caso de la creación de Ion Storm, un estudio fundado y construido
sobre una sólida base de dinero, sueños y mucho, mucho ego. La mejor
muestra de las fallas del estudio en aquellos tiempos fue Daikatana, un título que costó millones y millones de dólares para acabar como uno de los fracasos más grandes del universo.
Y aunque Tomb Raider es la propiedad intelectual
más asociada con Eidos y de que su propio declive esté relacionado con el del desarrollador,
esta franquicia no fue el único ganso de los huevos de oro de la compañía. Y es que a lo largo de los años, Eidos formó un gran catálogo de
excelentes franquicias, entre las que se encuentran Legacy of Kain, Hitman, Deus Ex, Thief, Timesplitters y Fear Effect, la mayoría de los cuales se convirtieron en grandes iconos de la
industria. Si puedes leer la lista sin reconocer y adorar al menos tres franquicias, quizá deberías considerar un nuevo pasatiempo.
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